Una hermosa rubia que necesita relajarse debido a su vida estresante últimamente va a un masajista que es muy bueno en su trabajo. El tipo la deja sola para desnudarse y cuando regresa, le cubre las caderas con una sábana y empieza a masajearla. Sin embargo, la rubia está tan irritada y cosquilleada por los toques del tipo que el masajista no puede hacer su trabajo correctamente. El tipo continúa masajeando a la chica que se ríe durante todo el masaje, pero cuando le toca el vientre, ella se convierte en víctima de su patada porque la chica se endurece demasiado. La patada que ella lanza sin querer le da al masajista justo en la ingle y la chica, que quiere disculparse con el hombre que está sufriendo, pone su mano sobre su polla. Cuando ve el tamaño de su polla, dice que hay una manera más fácil de relajarme que con un masaje y empieza a lamerlo.